1. |
Duelo en el monzón
03:48
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Verde,
tierno,
ondea el arroz.
Brote que dulce
el viento arraigó.
Llueve.
Calma que quiebra
paciente la flor,
goza su tiempo
pausando el reloj.
Llueve.
Cruje la rama,
aplasta el bambú,
alma de agua
violenta
y rayo,
luz.
Llueve.
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2. |
Oda al silencio
04:40
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Cálmate, relájate, siéntate y cállate.
Nótalo, tómalo, gózalo y escúchame que...
...que no fue el qué lo que dije mal.
Tampoco el cómo lo dije.
En silencio, no haces daño,
no hay embestidas,
ni pierdo el control.
En silencio, se abre la carne,
las bocas llenas,
penumbra interior
Que no fue el qué lo que dije mal.
Tampoco el cómo lo dije.
Y si no fue el qué ni el cómo,
entonces queda solo el quién,
¿quién?
Fui yo.
Yo me expreso con un grito sordo
desde el pozo hondo donde habita el ser.
Sentimientos de sufrimiento
por tu soberbia y mi sumisión.
Yo me expreso con vehemencia,
Contundencia al abusón.
Y si me viste suave,
y si me hiciste débil,
esta es mi partida
toma mi aguijón.
Que no fue el qué lo que dije mal.
Tampoco el cómo lo dije.
Y si no fue el qué ni el cómo,
entonces queda solo el quién,
¿quién?
Que no fue el qué lo que dije mal.
Tampoco el cómo lo dije, mal.
Y si no fue el qué ni el cómo
Entonces queda sólo…
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3. |
Mar
06:22
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Me encontraste al otro lado del mar,
piedra negra, piedra ancestral.
Temblorosa lágrima en espiral,
esfera de tierra y volcán.
En mi pecho destinado el puñal,
quiebra la piedra, mi coraza de cristal.
Agrietada huella que al tropezar,
espera universos de coral.
Más un refugio, cruel temporal,
hoy es naufragio,
¡respirar! ¡respirar!
Fui piedra sin centro lanzada al mar.
Dejo que las olas me devuelvan mi lugar.
Dejo que me salve lo que has venido a sanar.
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4. |
Tempelhof
02:26
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Vuelve y quema
la semilla,
germen triste y
llama antigua.
Viene y quema
mar de ira,
bestia guarra
que devuelves mi dolor.
Impropia quema
sellando mi boca y
tensa la soga
que estrangula aquel amor.
Salvífica quema
escupiendo cenizas y
las viles garras con las que te maté.
Cristal de herida
salada de hielo,
que asfixia la semilla
que alimenta a los insectos
que habitaron en mi cuerpo
para que me hiciera cargo
del dolor.
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5. |
Chasco
06:16
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Tu tu ru ru
Sois distintos, discrepantes.
Sois distantes, diferentes.
Comprendí, ese humor de sangre y sed,
que hay detrás de toda llama, de toda luz, de toda paz.
Elefantes de mercurio caen por la pared.
De pie me has puesto castigado sin poder jugar,
me has castigado.
Comprendí, que sois distintos,
distinta forma de querer:
por la mañana cogéis mi mano,
por la noche segáis mi sien.
No es nada nuevo, ese intenso odio,
la oscura y humana crueldad.
Y en las palabras,
laberintos.
Y si ahora escuchas, las lenguas de la
lumbre sobre mi tez,
comprenderás
lo que hay detrás
de toda lumbre
y de toda paz,
Tu tu ru ru.
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6. |
Federico
04:19
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Tierra tan sólo, tierra, sepulcro silente.
Tu mortaja de luna aúlla a un perro menguante
dormido en tu horizonte, guitarra de gitanos,
vagabunda desaparece ensordeciendo el campo y grita.
A las cinco de la tarde
disparo de tierra,
la lengua busca ser lengua
desde que te fuiste a la cinco,
inacabado.
Federico.
A las cinco de la tarde
disparo de tierra,
la lengua busca ser lengua
desde que te fuiste a las cinco,
arrebatado.
Federico.
Federico.
Allí que fueron tus ojos, velo negro, noche, fuego,
los dientes del piano aún tiritan tu ausencia.
Y en el espacio infinito se desangra el poema.
Constelación de olivos, mecida muerte de palmas, de hogueras.
A las cinco de la tarde
disparo de tierra,
la lengua busca ser lengua
desde que te fuiste a la cinco,
inacabado.
Federico.
A las cinco de la tarde
disparo de tierra,
la lengua busca ser lengua
desde que te fuiste a la cinco,
arrebatado.
Federico.
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7. |
General invierno
06:23
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Corre, corre, deja atrás tu hueco.
Huye, aplasta, quema ya tu templo.
Que ni el aire quede ya
que lo puedan respirar.
Nada que puedan usar para su provecho.
Tierra arrasada contra el enemigo.
Quema tu ropa, agosta ya tu huerto.
Que si algo queda atrás
que lo puedan conservar,
eso lo va a aniquilar
el General Invierno.
Corre, corre, deja atrás tu cielo.
Huye, abrasa, renuncia ya a tu suelo.
Que ni el agua quede ya
que la puedan calentar.
Nada que puedan usar en su beneficio.
(En soledad, mi mente fría, aquí no hay nada, nada, que podamos rescatar. Los vi marchar, los vi salir, lo que era un pueblo ahora son cenizas de metal. El frío gris, profundo error, voy avanzando en la conquista del terror).
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8. |
El invisible
03:53
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Oro intenso, tu tierna piel,
tómame.
Palpitando, tu dulce voz,
Llámame,
y llévame al colchón de tus labios.
Derritiendo, con mordiscos,
nuestro ardor.
Cielo abierto
Pelo suel-
tómame
Rojos ojos,
Gozos bajos
Mírame
Oro intenso, tu suave piel
Tócame
Palpitando tu dulce voz
Llámame
Y llévame al colchón de tus labios
Derritiendo, con chillidos,
nuestro ardor.
Me miras, me tocas
Te siento, me tumbo
me tumbas, te excitas,
Caricias, aliento
Me siento, te miro,
Lo notas, te tocas
Soy tuyo, tu boca,
Yo beso, tu beso.
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9. |
A un hombre abierto
05:54
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Salgo a caminar,
el humo me calienta,
la bruma me confiesa combates sordos a media luz.
Azul que inundas quicios, puertas,
gobiernas el ojo adentro,
de las tabernas de pescadores
y el ojo fijo de su fusil.
Que el mar no se nos pierda,
trinchera adentro, tierra adentro,
que nos acune la pesadilla,
de un joven frío,
arrebatado.
Ululan las balas como las barcas,
nos mira rojo, inexpresivo, el mar,
de un rostro abierto, de un pecho abierto, de un hombre abierto,
lejos del mar.
Tiritan las barcas como las balas,
nos mira el rojo, inexpresivo mar,
de un rostro abierto, de un pecho abierto,
de un hombre muerto,
lejos del mar.
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FARIO Madrid, Spain
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Montse Sánchez
y Javi Luengo
Contratación:
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